La selva amazónica, que se extiende a través de nueve países sudamericanos y cubre más de 5.5 millones de kilómetros cuadrados, es uno de los ecosistemas más antiguos y ecológicamente significativos del planeta. Con una historia geológica que se remonta a decenas de millones de años, este bosque no es solo una densa colección de árboles y ríos, sino un archivo vivo del pasado natural de la Tierra. Comprender cuán antigua es la selva amazónica arroja luz sobre su resiliencia, biodiversidad e importancia global crítica.
Orígenes e Historia Geológica
Se cree que la selva amazónica tiene entre 55 y más de 100 millones de años, lo que la convierte en una de las selvas tropicales más antiguas en existencia continua. Sus orígenes se pueden rastrear hasta el período Eoceno, poco después de que América del Sur se separara de África. Durante este tiempo, las condiciones cálidas y húmedas sentaron las bases para el desarrollo de la selva tropical a través del continente.

Uno de los eventos geológicos más significativos en la historia de la Amazonía fue la formación de los Andes hace alrededor de 20 millones de años. El levantamiento de los Andes alteró drásticamente el drenaje y el clima del continente. Antes de esto, el río Amazonas fluía hacia el oeste hacia el océano Pacífico. Pero la elevación de las montañas redirigió el río hacia el este, hacia el océano Atlántico, reformando el paisaje en la cuenca fluvial que reconocemos hoy. Estos cambios dieron lugar a microhábitats variados, promoviendo la evolución de una gama extraordinariamente diversa de especies.
Los registros fósiles confirman aún más la naturaleza antigua del bosque. La evidencia de vegetación tropical en la región data de al menos 90 millones de años, con linajes de plantas y animales evolucionando a través de múltiples épocas geológicas. Así, la Amazonía no solo es antigua, sino también extraordinariamente estable, sobreviviendo a eras glaciares, a la deriva continental y a cambios climáticos importantes.
Biodiversidad Antigua
La larga historia de la Amazonía la ha convertido en un punto caliente global de biodiversidad. Alberga un estimado de 3 millones de especies de plantas y animales, muchas de las cuales son endémicas. Con 390 mil millones de árboles individuales de aproximadamente 16,000 especies de árboles, posee más riqueza biológica que cualquier otro ecosistema terrestre.
Esta diversidad es un resultado directo de la línea de tiempo evolutiva del bosque. Las especies han tenido millones de años para adaptarse, especializarse y evolucionar. Se cree que algunos árboles tienen más de 1,000 años de antigüedad, y muchas especies animales tienen adaptaciones únicas a partes específicas del dosel forestal o sistemas fluviales. Solo los insectos representan más de 2.5 millones de especies, con nuevas especies descubiertas cada año.
Países de la Cuenca Amazónica
La selva amazónica se extiende a través de nueve países, aunque está más estrechamente asociada con Brasil, que alberga aproximadamente 60% del área total del bosque. Otros países incluyen Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Surinam y Guayana Francesa. La naturaleza interconectada del bosque a través de las fronteras nacionales subraya su importancia como un sistema ecológico regional y global.
Presencia Humana y Continuidad Cultural
Aunque vasta y a menudo remota, la Amazonía es hogar de más de 30 millones de personas, incluidas más de 350 grupos indígenas. Muchas de estas poblaciones han vivido en el bosque durante miles de años, con tradiciones culturales y lenguas transmitidas de generación en generación. Algunas tribus siguen sin contacto, preservando formas de vida que datan de milenios.
La historia humana profundamente arraigada en el bosque añade otra capa a su legado. Lejos de estar intacto, partes de la Amazonía muestran evidencias de terra preta (suelos oscuros y fértiles), lo que sugiere prácticas agrícolas tempranas y una gestión de tierras sofisticada por parte de los pueblos indígenas mucho antes de la colonización europea.
Por qué es Importante la Amazonía
Más allá de su historia, la selva amazónica desempeña un papel crucial en los sistemas globales modernos. A menudo se la llama “los pulmones de la Tierra” debido a su contribución a la producción de oxígeno y su capacidad para absorber vastas cantidades de dióxido de carbono. También ayuda a regular la precipitación regional e influye en los patrones climáticos incluso a distancias como África y Asia.
Su extenso sistema fluvial, dominado por el río Amazonas, el más grande del mundo por volumen, descarga más agua que los siete ríos más grandes juntos. Estas aguas, junto con la densa vegetación del bosque, desempeñan un papel vital en el ciclo del agua global y la regulación del clima.

Características Únicas y Inusuales
Una de las características más inusuales de la Amazonía es su capacidad para crear su propia lluvia. A través de un proceso conocido como transpiración, los árboles liberan vapor de agua que contribuye a la formación de nubes y precipitaciones. Este sistema autosostenible es raro en la Tierra y es una de las razones clave por las que el bosque ha persistido a lo largo del tiempo.
Otros fenómenos únicos incluyen el río hirviente en Perú, una anomalía geotérmica, y hongos que comen plástico, que sugieren soluciones no explotadas a los desafíos ambientales globales. Estas maravillas muestran cómo la Amazonía sigue siendo una frontera de descubrimiento científico.